De los recuerdos

De pinturas,
Exilios, detalles y semáforos,
De caminos extensos, de temas monótonos,
De silencios entre risas,
De caminar sin saber el porqué,
¿Y es que acaso alguien sabe a dónde vamos?,
De recuadros no completamente juntos,
De las explicaciones de aquellos cursos en la universidad,
De mi recuerdo sobre los cuerpos celestes,
Del interés total por pernoctar con tan solo ver las estrellas,
De la soledad de mi tinta, del porqué de tus sueños,
De la historia que nunca te pude contar,
De los besos que me inventé,
De las caricias que nunca te dije, solo para no incomodar.
De la música que te hice, de la música que no pude compartir,
De los celos y la histeria,
De las tardes, de los domingos,
De los cafés y los cigarrillos,
De las ventanas de madera,
De la piscina, y nuestros cuerpos nunca desnudos,
De la ruptura, del estupor,
De mi dolor y tu herida, ¿aún tienes esa cicatriz?
De la razón y la escritura,
Del anti amor, de la apertura,
De la oscuridad y la palabra de Dios,
De las biblias y la pulcritud,
De los sueños míos nunca antes revelados,
De lo tedioso de explicarte esto,
De lo cansado que ya se hacen estas comas,
De la lealtad y los años,
De sus hijos y sus hermanos,
De la vida que sube y cuando menos te lo esperas baja,
De la servidumbre y el elegir,
De mi caminata ante ese agujero,
Del cual escribo y lloro,
Sin saber lo que pasará…

Cuatro fotos

Supongamos que la noche se pudo retratar en cuatro fotos,
La primera sería tu sonrisa mirándome,
Música eterna, luego, música eterna.
La segunda sería tu mirada sonriéndome,
La forma en cómo mis ojos te hacían el amor, y…
Mis manos deslizándose bajo tu cintura,
Música experimental, luego, música eterna.
La tercera sería tus pies dando saltos por el parquet,
Se nota la diferencia cuando no estás, todo es aburrido.
Tu olor,
Tus labios,
Tus lados,
Tu comienzo,
Y mi memoria queriendo retratarte… maldición debí llevar la cámara.
Ayer fui un sentimiento agridulce,
La cuarta no tiene imágenes, solo sentimientos.