viernes, 30 de abril de 2010

Cámara Azul

Caminando por esa calle violenta y sinuosa con cada gramo de extremo en las muñecas,
Llegamos hacia el árbol pintado todo de lila, luego a la izquierda,
Semáforo en madrugadas y tu aliento muy cerca a mi cuello, mientras me hacías sexo oral ante la mirada despreocupada del taxista…
En las escaleras, subiendo y bajando, tratando de llegar a un punto…
Fotografiamos nuestro erotismo usando mi tristeza de flash y mi soledad como diafragma
/es bueno tener la luz adecuada, callar en el debido momento, mentir cuando se es necesario y nunca defecar en sanitarios ajenos/
Me detuve en el tiempo, hice un paréntesis, caminando fumé,
Y difuminé sus sentidos confundiéndolos con aquella conversación, en la que éramos 8 chicos, los ocho homosexuales/ y me fundí junto al queso en ese sándwich que te comes, me devoras junto al tomate/
En tu apartamento las ideas lucen negras, los libros amarillos, la algarabía siempre tiene el nombre de una película y las limonadas que hacemos llevan peces de hielo con aroma a menta /nunca escuchaste a los Beatles/ lo único concordable es el Volkswagen del 78 mal estacionado al costado del portón de tu edificio
Luego que descansamos y jugueteamos entre las sábanas sabiendo que en realidad nadie escucha y a nadie tampoco le importó… respiro por tiempos inquebrantables, recordando los textos de pequeño, las tardes de inspiración, la caligrafía interminable, la discusión de teorías junto a Milagros/ ahora que me miro al espejo y veo mi cuerpo tan cambiado, tan abierto a nuevas posibilidades, y reparo en mi escritura y en mis ganas de sentir /
Volteo hacia a ti y agarro tus cabellos, dirijo tu cabeza hacia mi bajo vientre, te tomo fotos con aquella cámara azul que tienes al costado del ordenador / luego de la pasión y el hormigueo/ vemos las fotos y reímos/ “Me la regaló mi novio cuando cumplimos un año”, que linda cámara te dije/ del momento y sin cigarrillos subí al Volkswagen del 78 y me fui/

domingo, 25 de abril de 2010

Estigma

Ahora que me quedo a escondidas para mirarte detrás de este módulo,
Y escucho esas canciones con el re menor más doloroso de esas oscuras baladas…
Ahora que me inquieto y transpiro tu desquicio…
Me siento tan inteligente de poder perderte,
Tan revolucionario de poder cantarte,
Soy una guitarra desafinada en tus manos,
Más desafinado después de que me tienes,
Tan roto y en partes, que ya ni guitarra soy…
Ahora que vuelvo de las sombras para abordarte,
Para rozar con tu viento, el último suspiro de tu boca,
El amor se inclina de cabeza ante los últimos postores…
Me siento al borde del abismo y te pregunto que quizá no soy,
Aquella forma estúpida que se determina y vuelve…
Me observas en silencio,
Cuando sé muy bien que lo que tú quieres soy…
Me convierto en ese color de tu tatuaje,
En las estrellas tras el cielo,
En el poema desencantado que te miente…
En esas ganas de querer…
Ahora cuando resuelvo y concluyo,
Que soy un payaso que se miente ante el espejo…
Y se pregunta dónde está el cerebro,
Donde fueron los colores,
Porqué tengo estos estigmas,
Y en Porque si no te quiero…
Todavía me sigues mintiendo…

Vereda

Bajo la textura de tus sueños,
Me reconozco en silencio, como cuando ya borracho y decidido me insulto ante el espejo
Librando uno de mis tantos “yo” mientras mi alter ego se cae por las escaleras, desafiándome, lleno de vulgaridades,
Aquí presente ante la dualidad, poniendo el pecho, me gustaría decirte que mis antes sueños y mis sueños después, como a la vida y al tiempo,
Como al silencio mi voz… no representan lo que estimulo en tus pupilas ni aquellas palabras que siempre recuerdo…
Me comparo con un poema en decadencia, junto a esas palabras que no encuentran un título, como reconozco las ciudades cuando apenas llego,
Y te encuentro en este color, en mi ropa sucia y hasta en mi pasta dental…
Cuesta borrarte de esta piel, de las encías rojas, de los poemas que no tienen tatuajes y de esa idea absurda… de la pregunta tonta que ahora no recuerdo y no sé porqué.
Si en verdad la piedad se disuelve en el agua y los chicos siguen jugando hasta el amanecer, no quedaría más música destruida por intentos vagos de ser famoso…
Esa necesidad inherente que tiene el ser humano y tu egoísmo / el no dejarme partir / el seguir siendo amigos / el correr por la vía expresa desnudo, contra el tráfico/
Y así saber si por fin si te sorprendo…
Hemos jugado a ser adultos y hemos fracasado
Tu jabón sigue aún teniendo el mismo olor…
He dejado de pasar por tu vereda…
Voy seguro en mi camino,
Aunque no tenga a donde ir.
Como tus ojos
Cuando los envuelvo,
Como tu garganta y tus venas /
Como estas sencillas palabras //
Y tu silencio, mirada baja, cruzada de brazos…
Como esta desnudez que tengo frente al ordenador
Mientras te hago el amor con mis comas y tu prefieres la carne que el amor por la literatura,
Mientras te voy vistiendo con mis sentimientos y no siento tus reflejos,
Entonces despierto con la garganta reseca de tanto pronunciar tu nombre ///
Como la contradicción de tomarte o no de la mano y dudar cada vez que te veo,
Dudar,
Cuando respiro,
Complicado cuando no dudo,
Seguridad,
De que respiro cuando estoy dudando
Luego regreso a la vulgaridad de mis principios
Y así ebrio de angustia…
Tropiezo casi siempre con tu nombre
Creo verte en esos rostros que se parecen a ti

Como tus ojos,
Como esa sonrisa,
O el grito desesperado del que no ama…
Como este iluso o soñador,
Que espera en la tierra…
Que de una vez me lleves al cielo

aMOR

Le cambié de nombre mientras le dibujaba rosas en la piel,
Su karma envuelto en mayonesa y su amor repentino por el Amor,
Le cambié de nombre y le hice el Amor por detrás, rompiendo su corazón con artilugios,
Me cambié de nombre mientras me hacía el desamor por detrás,
Y simulé que sin permiso podía entrar, la centella que se estrella y me quita la inspiración,
El cañón de Poseidón y el tridente de Napoleón,
El mar tan anarquista, los solos de guitarra y el Amor psicodélico que me introdujo…
Que gusto poderme romper la piel otra vez, someter el dolor al corazón y luego olvidarnos de todo,
Miré las estrellas que pegó en el techo de nuestra habitación y un pedazo de su culo dirigiéndose a la cocina,
Quise hacérselo nuevamente, por detrás,
Sábanas y sudor, melancolía y psicodelia, su tanga en el suelo, estrellas en el techo,
La piscina llena de fotos de los Beatles y su rubor anti rubor, tan innecesario como ejecutivo…
Le cambié de nombre mientras dormía y escribía poemas en la oscuridad tratando de no mezclarme con su perfume…

sábado, 10 de abril de 2010

De antaño

Tus regalos deberían llegar… no por intransigentes, si no por palpables, materiales y rosados,

¿recuerdas como te llamaba, o acaso ese no día en que no te hice el amor?
Las zapatillas que han recorrido tanto y ahora de tanto volar las miro guardadas, envueltas en sal…

Me gustaría que guardes esas monedas, que vayas a casa te quites el maquillaje y me abraces,

Aunque sea un sueño lindo y duro por anti romántico, la vida ha cruzado después de la muerte y ahora dará la vuelta para chocarse ante mi…

Me gustan tus vestidos, la caída de roma, las películas de John Lennon y toda esa melancolía que viene después de leerme…

Romances alcohólicos, bonanza extrema, piedras en las zapatillas /las mismas que dejé por empezar a volar y olvidarme de ti/

Porque la verdad no me importa ayudarte con el limpiador de rostro… me abandono por sencillo, pues porque sí, luego me gusta encontrarte y resumir…

Que la locura no es cura de un día, una práctica constante de algunos valientes que esperan que esa juventud eterna nunca se les termine

Una mala práctica es acostumbrarse al amor sin saber que algún día este se irá…
Malas costumbres que terminan por desintegrarnos,

Porque ante la soledad y el silencio surge la pregunta… ¿y qué si ya no me quedan más mejillas para darte?

Yo y mis pulmones, ellos que aspiran, suficientes del respiro, maduros para expirar…
Porque mi cuerpo no es un mercado y así me compres regateando hasta el final,
Podrán más las yucas y las papas que estos ojos perdidos, que ya no saben que mirar…

Ante la vulgaridad de este encierro, este sudor de invierno, tan frío como tus venas…
Suena la canción constante, esa que empieza de un modo y termina de cualquier otro…
Que compuse hace varios años y aún no puedo terminar

/Y aquí estoy gritándole mis penas… al cielo y a tu voz…
Me siento triste si no estás aquí… tu a mi lado… yo sin ti/