domingo, 21 de septiembre de 2008

Mirarte a los ojos y sonreír,
Solamente el pensamiento nos es suficiente,
Caminar o tan solo escapar,
De los sueños de sus sueños, y así,
Compartir de una vez…

La herida…

Salve colegio...


Era un sollozo. Levantarme por las mañanas y ponerme ese raro uniforme azul. La camisa blanca con la insignia, la verdad nunca nos enseñaron para que servía esa maldita antorcha, al parecer encarcelada por dos letras “C”. Felizmente que en secundaria ya no existía esa cosa llamada formación. Solo los lunes que teníamos que rezar y cantar el himno nacional, al menos media hora de clase perdíamos. Terminé el colegio en el 2001, justo cuando una reforma educacional entraba en Lima. Gracias a Dios yo no tuve 2 horas de cole más. Y lo mejor de todo, aun recuerdo, es que el último día tan solo me fui a acompañar a un amigo para que se compre un “skate” en un centro comercial. Que huevon pensé.

Si, que huevon, mejor me voy a fumar.



Ahora que busco entre tu inseguridad, me doy cuenta de algunos aspectos. A que te gustaría vestir a la moda, pero no puedes, tus rollitos te aguarían la fiesta. Que te gusta el cabello rojo y corto, pero tu cara redonda no lo permitiría, a menos de que quieras ser un gorgojo de metro y medio, y que camina en dos patas. Que te gusta mirar el cielo, pero tus lentes lo confunden todo. Que te gusta cantar, pero a nadie le gustan los gatos maullando y haciendo ruido. Que te gusta leer y escribir con altura, pero la única altura que tienes es cuando te subes a algo, llegas alto si, pero no escribiendo. Ni cantando, ni vistiendo a la moda, ni mirando al cielo. No.


Solo sube y llegarás alto.




Me frustré tanto por no saber como colgar un video en el blog, asumo que lo aprenderé luego, quizá no es el momento aún…


Maldita sea, que huevon.


sábado, 20 de septiembre de 2008

El se rasguña las barbas, cuando está solo lee a otros. Cuando otros lo miran se lee a si mismo. Se levanta a las 6 de la mañana todos los días, los sábados prefiere ver el futbol y el domingo tomar café solamente para aparentar. En el fondo el se siente muy triste, siempre le pareció gracioso el mundo del modelaje e intentó algún día postular. Pero su sonrisa imperfecta le impidió el contrato de su vida. Le cagaron el futuro, ahora contesta llamadas y escribe poemas.

martes, 2 de septiembre de 2008

Ahora que trato de escribir un poco me enfrento a la pesadilla de buscar la música adecuada, el momento justo y necesario, fumar un poco y olvidar al idiota de Kurt Cobain cantar como si le estuvieran quemando la pichula. Será que me quiero olvidar de los poemas y dedicarme un poco a la inmediatez de los escritos irónicos que soslayan en mi mente. Y es que trato de olvidarme de todo en realidad. No sé muy bien que me pasa, será que he perdido el gusto por las comas que en forma de abismo gramatical te hacen caer hasta la siguiente línea de un verso desconocido, no sé. La verdad creo que mi afán de protagonismo y mis ganas totales de ganar dinero escribiendo cojudeces, al parecer, me han sugerido que deje la poesía. Me gustaría de verdad ganarme la vida escribiendo pachotadas, eso sí sin mandar mis poemas a estúpidos poetas peruanos que creen que Lima no sirve para escribir.