Ahora solo me queda escribir poemas y pensar,
Concluir que el tiempo es tan solo tiempo,
Que las aves aguardan y luego se van
Que no hay lunes en los cuales no piense en ti,
Que me rasuro y sin embargo todavía tengo tu aroma…
Que me quedo quieto e igual sigues moviendo mi sombra,
No me imagino el mundo contigo y menos sin ti,
Hoy es de tarde en Liverpool,
Y es de mañana en Miraflores,
Así el día y la noche se haya creado uno a uno, un día después del otro,
Y aunque no tenga reloj y el viento empiece a delirar,
Aunque tus letras se marquen profundas en la lejanía,
Aunque tu mayor ardor sea tu piel en el verano,
Así me infectes todos los días,
Y me tientes de vez en vez,
Sobre todos los jueves por la tarde y esos domingos con todas sus 24 horas,
Nunca tan lejos,
Nunca tan despreciable
Te apareces y reflejas,
Apenas te siento,
Te vuelves a alejar,
He creado un mundo tan solo con mis calcetines,
Una razón roída por letanías,
He descubierto que en realidad nada sé,
Y he podido también reconocer que quizá nunca te vi…
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