En todas tus comas y puntos suspensivos,
En mis vocales y tus recetarios,
En mis cucharas y mi cocina,
En tu voluntad y mi apología,
En las ruinas de este poemario,
En las escaleras de mi barrio,
En la piedra de esa piedra en la que me petrifiqué…
En las hojas de las biblias, en los excesos naturales,
En tus oídos sensibles, en mi histeria colectiva,
En tu caricatura doméstica, en mi proyección secular,
En todas las canciones tristes, en tu resurrección dominical,
En mi plenitud de minuto, en sus sonrisas y huéspedes,
En las cornisas y sanitarios,
En las cenizas de tu vientre…
En mi camino y tu sendero,
En la luz de la esquina, los sanguches de a sol,
En mi Barranco querido y esta Lima de mierda,
En la conclusión fatídica de mis narices,
En la cita inconclusa de Buenos Aires,
En la soledad de las olas, de este mar, de estos cantos,
En el corcho del vino, la sorpresa del tinto, el mantel manchado,
Los tallarines sin miedo,
En la tristeza de la carne, el amor se ha evidenciado,
en todas tus comas en todos tus puntos,
Hoy me dejas sin poemas y tan solo un carajo,
Me dejaste sin letras, me has dejado desnudo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario