Desde esa noche,
Solo camino desafiando el tránsito de los carros,
Esperando ver un culo como el tuyo pasar,
Desde ese encierro,
Mi cuerpo no es el mismo,
Me hipnotizo, pero te extraño, realmente te extraño…
Desde el lamento,
Y la maldita simplicidad de no poder gritar,
Desde tu cuerpo,
Mientras comes una ensalada,
Todo te parece bien y a mí me parece todo mal.
No he podido reclamarte nada,
No se ha dado el tiempo aún,
Aunque,
No sé si al ver tu sonrisa,
Me eleves como a un títere,
Y entonces te sueñe…
Como los sueños que no se dejan gobernar,
Uno es un simple espectador,
Un observador que no puede cerrar los ojos,
Una marioneta en mi propia modestia y tú.
Tú ya no reconoces mi color,
Ha pasado un tiempo vos sabés,
Lo cómico no es que aún te encuentre en mis escritos,
Lo gracioso es que mis letras aún puedan soportarte,
El papel no se mancha,
Y tú, que ya te has ido,
Y yo, que también me quiero ir.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
domingo, 12 de diciembre de 2010
La una menos cuarto
Todo comienza con una palabra,
Es totalmente trasparente para este lector y para el otro también,
Así como lo es mi corazón y el tuyo,
Me pierdo en las sombras de vez en cuando buscando algo,
Encuentro lo que no necesito, me sirvo un poco, me voy bailando…
Las penumbras se van haciendo más negras,
Mi intención y la soledad, el ritmo, la esencia. Tú entiendes, tú sabes.
Me gustan sus cejas y lo fuerte de sus brazos al sostenerme,
Me siento perdido,
Nuestras conversaciones se prostituyen en la sencillez de una caricia,
Mi gesto se vuelve exquisito y sus labios,
Esos malditos labios se mueven cada vez más rápido y no paran de buscarme,
Él me gusta, él me gusta, él no… ella Si.
El tiempo converge en lo absurdo de esperar,
Como mis botas en este sucio salón, lleno de pólvora y promiscuidad,
Ya no quiero esperarte más,
Tomá mi número por si te perdés,
No tengo otro interés que seducirte y por ahí quizá llevarme una gota de amor,
Nuestro lenguaje químico y su física suficiente,
La idea espontánea de escaparnos y no volver,
A ese lugar ya nunca más,
El infinito es la continuidad del pasado,
El amor no existe,
Ciao nene,
Muchas gracias,
Son la una menos cuarto,
Para mí sin azúcar por favor.
Es totalmente trasparente para este lector y para el otro también,
Así como lo es mi corazón y el tuyo,
Me pierdo en las sombras de vez en cuando buscando algo,
Encuentro lo que no necesito, me sirvo un poco, me voy bailando…
Las penumbras se van haciendo más negras,
Mi intención y la soledad, el ritmo, la esencia. Tú entiendes, tú sabes.
Me gustan sus cejas y lo fuerte de sus brazos al sostenerme,
Me siento perdido,
Nuestras conversaciones se prostituyen en la sencillez de una caricia,
Mi gesto se vuelve exquisito y sus labios,
Esos malditos labios se mueven cada vez más rápido y no paran de buscarme,
Él me gusta, él me gusta, él no… ella Si.
El tiempo converge en lo absurdo de esperar,
Como mis botas en este sucio salón, lleno de pólvora y promiscuidad,
Ya no quiero esperarte más,
Tomá mi número por si te perdés,
No tengo otro interés que seducirte y por ahí quizá llevarme una gota de amor,
Nuestro lenguaje químico y su física suficiente,
La idea espontánea de escaparnos y no volver,
A ese lugar ya nunca más,
El infinito es la continuidad del pasado,
El amor no existe,
Ciao nene,
Muchas gracias,
Son la una menos cuarto,
Para mí sin azúcar por favor.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Edificios
En especial este verano,
Y su séquito de música interpolada,
La realidad se ha descrito como absurda,
Sobre todo si ves tras los ojos de otra persona…
No por saber su nombre, las demás lo creen especial,
Es un legado que pesa y no tiene importancia,
Un peso de años, una foto amarillenta, una camisa que ya no entra.
Robusto y temido, como si fuese un animal peligroso…
Sus caminos nunca son los mismos y nadie sabe bien de qué habla,
Como ese verano y este invierno, y aquello y aquello,
La literatura le ha permitido no preocuparse por las finanzas,
Y la habladuría de los enanos le hizo daño a su pequeño corazón,
Hoy yace en silencio, mientras que los parásitos le comen las uñas de los pies.
Aunque siempre hay un despertar y un sonido loco que reconvierte lo inconvertible…
En especial en este verano, y su séquito de música interpolada,
En esa absurda realidad que se ha descrito, como si se viera tras las ojos de otra persona…
Las demás lo creen especial, no por saber su nombre,
Le pesa un legado que no tiene importancia,
Lleva en su camisa una foto amarilla que no entra junto al peso de unos años,
Mientras nadie sabe de qué está hablando, se pierde en sus caminos,
Y la literatura que ha creado no le alcanza para ni mierda,
Había unos enanos pendejos que trataron de comerle las uñas,
Pero él no se dejó, se las cortó y se fue para no regresar.
Y su séquito de música interpolada,
La realidad se ha descrito como absurda,
Sobre todo si ves tras los ojos de otra persona…
No por saber su nombre, las demás lo creen especial,
Es un legado que pesa y no tiene importancia,
Un peso de años, una foto amarillenta, una camisa que ya no entra.
Robusto y temido, como si fuese un animal peligroso…
Sus caminos nunca son los mismos y nadie sabe bien de qué habla,
Como ese verano y este invierno, y aquello y aquello,
La literatura le ha permitido no preocuparse por las finanzas,
Y la habladuría de los enanos le hizo daño a su pequeño corazón,
Hoy yace en silencio, mientras que los parásitos le comen las uñas de los pies.
Aunque siempre hay un despertar y un sonido loco que reconvierte lo inconvertible…
En especial en este verano, y su séquito de música interpolada,
En esa absurda realidad que se ha descrito, como si se viera tras las ojos de otra persona…
Las demás lo creen especial, no por saber su nombre,
Le pesa un legado que no tiene importancia,
Lleva en su camisa una foto amarilla que no entra junto al peso de unos años,
Mientras nadie sabe de qué está hablando, se pierde en sus caminos,
Y la literatura que ha creado no le alcanza para ni mierda,
Había unos enanos pendejos que trataron de comerle las uñas,
Pero él no se dejó, se las cortó y se fue para no regresar.
domingo, 5 de diciembre de 2010
A la una de la mañana
Ella tiene diez y 8,
Yo 43,
Vivo en un cuerpo de treinta,
Ella tiene unas buenas tetas,
Yo, yo la espero a que salga del instituto,
Le invito un helado,
Luego hacemos el amor,
“Contame tonterías querido”
Yo alguna vez la hubiese querido,
Ahora ella juega con mi ordenador,
Me visto, luego de verla desnuda por horas,
La beso en la frente,
Le tomo fotos, las archivo en una carpeta de nombre “Filosofía 1”
Ella diez y 8,
Y yo 43.
Yo 43,
Vivo en un cuerpo de treinta,
Ella tiene unas buenas tetas,
Yo, yo la espero a que salga del instituto,
Le invito un helado,
Luego hacemos el amor,
“Contame tonterías querido”
Yo alguna vez la hubiese querido,
Ahora ella juega con mi ordenador,
Me visto, luego de verla desnuda por horas,
La beso en la frente,
Le tomo fotos, las archivo en una carpeta de nombre “Filosofía 1”
Ella diez y 8,
Y yo 43.
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