domingo, 12 de diciembre de 2010

La una menos cuarto

Todo comienza con una palabra,
Es totalmente trasparente para este lector y para el otro también,
Así como lo es mi corazón y el tuyo,
Me pierdo en las sombras de vez en cuando buscando algo,
Encuentro lo que no necesito, me sirvo un poco, me voy bailando…
Las penumbras se van haciendo más negras,
Mi intención y la soledad, el ritmo, la esencia. Tú entiendes, tú sabes.
Me gustan sus cejas y lo fuerte de sus brazos al sostenerme,
Me siento perdido,
Nuestras conversaciones se prostituyen en la sencillez de una caricia,
Mi gesto se vuelve exquisito y sus labios,
Esos malditos labios se mueven cada vez más rápido y no paran de buscarme,
Él me gusta, él me gusta, él no… ella Si.
El tiempo converge en lo absurdo de esperar,
Como mis botas en este sucio salón, lleno de pólvora y promiscuidad,
Ya no quiero esperarte más,
Tomá mi número por si te perdés,
No tengo otro interés que seducirte y por ahí quizá llevarme una gota de amor,
Nuestro lenguaje químico y su física suficiente,
La idea espontánea de escaparnos y no volver,
A ese lugar ya nunca más,
El infinito es la continuidad del pasado,
El amor no existe,
Ciao nene,
Muchas gracias,
Son la una menos cuarto,
Para mí sin azúcar por favor.

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