En especial este verano,
Y su séquito de música interpolada,
La realidad se ha descrito como absurda,
Sobre todo si ves tras los ojos de otra persona…
No por saber su nombre, las demás lo creen especial,
Es un legado que pesa y no tiene importancia,
Un peso de años, una foto amarillenta, una camisa que ya no entra.
Robusto y temido, como si fuese un animal peligroso…
Sus caminos nunca son los mismos y nadie sabe bien de qué habla,
Como ese verano y este invierno, y aquello y aquello,
La literatura le ha permitido no preocuparse por las finanzas,
Y la habladuría de los enanos le hizo daño a su pequeño corazón,
Hoy yace en silencio, mientras que los parásitos le comen las uñas de los pies.
Aunque siempre hay un despertar y un sonido loco que reconvierte lo inconvertible…
En especial en este verano, y su séquito de música interpolada,
En esa absurda realidad que se ha descrito, como si se viera tras las ojos de otra persona…
Las demás lo creen especial, no por saber su nombre,
Le pesa un legado que no tiene importancia,
Lleva en su camisa una foto amarilla que no entra junto al peso de unos años,
Mientras nadie sabe de qué está hablando, se pierde en sus caminos,
Y la literatura que ha creado no le alcanza para ni mierda,
Había unos enanos pendejos que trataron de comerle las uñas,
Pero él no se dejó, se las cortó y se fue para no regresar.
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