lunes, 3 de septiembre de 2007

A la hora del almuerzo

El otro día no pudimos comprarle, mi hermano y yo, un bufete a Laura. Así que se fue con mi papá y nos dejó solos, en casa, sin nada que comer.

Luego de 2 horas, Giancarlo me dijo que tenia filetitos de pollo, y que ponga la gaseosa, además de papas fritas de una polleria, esas de donde sacas como premio sorpresa una mosca de regalo.

Me puse las zapatillas, me desordené el cabello, fui por unas aspirinas, luego por las papas, al final por la gaseosa.

Mi hermano frió los filetitos, comimos.

Así fue Mirones, ayer Domingo de 2 a 6.

1 comentario:

Anónimo dijo...

encontre el significado de las palabras,q te acogen en su mundo de desesperacion y adversidad con el mundo por ser comprendidas, 1q su explocion demograficas en un papel, es cuestion de soledad y tristeza q abarca tu profunda miseria, pues su antologia es acerte feliz, pero tu preocupacion las llevas teñirse de negro y amargas aventuras con dulce sabor, hoy ellas encontraron q estaba nervioso y preocupado, y arrancaron sus vestigios de mi cuerpo para pod3er edificar el anticuerpo q me faltaba, y aun asi me ase falta el complemento de su prodigiosa existencia, ya no cuanto, quien y talves la razon deun amor q no encuentro, pero me en vuelvo en llantos tratando de encontrar eso q ya no c si en verdad existe, y fuye esa peculearidad laqme ase escribir esto, de por què esas nubes me tapan la vicion y no me dejan volar con estas alas de pesado bronce, q en un escarpaso misterio descubri en mi viaje a la insania, ya el recuento de campanadas se dan y acada ves son menos, y mis dias se escabullen en mis manos, y mis lagrimas dejaron de ser saladas para ser amargas y policromas atentacion de coger todo , convertirse luego en nada, ya no escucho, ni degusto, ni tengo la percepcion del tacto, y mis dias se isieron noche, y mis tardes eternamentes solas, el mar ya no humedece mis pies, y es por q el ya no juzga la libertad, de unas manos ensangretadas por el peso de un a vida q se le robo a atlas, para cargar ese llanto q aguarda entre muros , aires , dunas, arenas, especimenes, y sobre todo este cuerpo q ya no agunta una lagrimas mas, q se condensa, con su leve recorrido por una mejilla, q a cachetas aprendio a tratar de de saver vivir, en un mundo de alas, misterios, letras , y mas letras, q se juntasn y golpean a esto q se trata de llamar nada