Es de madrugada en Mirones, y aun miro tu foto,
Todavía me provoca fumar,
Y jugar con el perro de siempre, ese que se llama “Como tú”
Con mis dedos amarillos y marrones,
Desdibujo tu sonrisa, y la vuelvo a dibujar,
Luego,
Recuerdo cuando me decías,
Que no crea en los Ángeles,
Y que tomemos el taxi, porque no te gusta caminar…
Sin cielo,
Me quedo,
Cuando de pronto, ya nada existe,
O todo es oscuro,
Como cuando miré al perro de siempre,
Ese que se llama “Como tú”,
que me dio su rabo
y luego,
el desprecio…
ya no me corresponde,
saltar de alegría con tus felicidades,
aquí me quedo,
todavía sigo lavando los platos,
luego me tiro en la cama,
sin cielo,
me pregunto aun,
que es más fácil,
si la madrugada inerte,
esa que no responde,
o dejar de fumar,
mientras le doy el rabo y el desprecio,
a ese perro de siempre,
que se llama “Como tú”
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