domingo, 17 de junio de 2007

Todavía sin comprender…

Volqué mi escritura en tu ciencia, y comprendí de pronto, que tu tecnología es imperfecta. Nos batimos intelectualmente y cuando ya no quedó nada más que hablar, nuestra vulgaridad se concibió en un beso. Es nuestra naturaleza.

Así somos, convertidos en liquido y tierra. Te amo en mi indiferencia, y busco vacuo y radiante el predominio de tu felicidad. Aunque el cielo siga siendo cielo, el perfume se impregne y las rodillas nos duelan.

O sea resumiendo, te amo conchatumadre, te amo…

“Es algo que siento y me duele, una enfermedad cobarde que no se atreve a decir su nombre…”

No hay comentarios: